El origen de Montserrat, la montaña mágica, ha sido siempre una de las preguntas que se formulan aquellos visitantes que nunca antes habían visto esas sinuosas formas.
Montserrat es un macizo rocoso considerado tradicionalmente la montaña más importante y significativa de Cataluña (España). Está situada a 30 km del centro de Barcelona entre las comarcas de la Anoia, del Baix Llobregat y del Bages.
Montserrat se ha convertido en todo un referente religioso que reúne todos los años a miles de peregrinos. Y no es de extrañar, desde que se encontró en una pequeña cueva a la virgen negra, conocida como “La Moreneta”, Montserrat siempre ha estado ligada a la espiritualidad.
Pero no siempre ha sido así. Si quieres saber cómo se formó lo que hoy en día conocemos como las Montañas de Montserrat, estás en el lugar indicado.
¿De donde proviene el nombre Montserrat?
La palabra mont significa monte y serrat significa serrado, en catalán. Tal nombre le viene dado a causa de su peculiar morfología, en la que parece como si se hubiese intentado serrarla con una sierra gigante. Tanto la palabra serrat como serralada (cordillera) provienen de serra, derivadas de la palabra latina serra, nombre que recibe el instrumento para serrar.
El origen de Montserrat
Si hablamos de mucho tiempo atrás, concretamente unos 50 millones de años, llegaremos a los inicios del origen de Montserrat.
En sus inicios, no existía como tal, y es que era un gran golfo marino con un clima cálido y lluvioso, donde desembocaban numerosos ríos procedentes de un macizo catalano-balear. En su transcurso estos ríos transportaban guijarros (piedras redondeadas por el flujo del río), los que se combinaban con materiales más pastosos dando como resultado la formación una masa.
Más adelante, cuando el macizo catalano-balear desapareció, los terrenos que rodeaban el gran golfo se encontraron ante un gran cataclismo geológico. Este descalabro provocó como resultado que brotaran unos relieves desde el fondo del mar y formas extrañas. La masa emergida se expuso a los diferentes fenómenos terrestres, tales como lluvia, viento o heladas, que con el paso del tiempo fueron forjando el aspecto que actualmente presenta.
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